El principal reto de este proyecto fue el análisis funcional y operativo de la aseguradora, asegurando que la oficina funcionara como un reloj, con una distribución precisa que optimizara los flujos de trabajo y la interacción entre áreas. Adaptada dentro de un edificio existente, la organización espacial se diseñó estratégicamente: en la planta baja se ubicaron las áreas operativas para la atención a clientes, mientras que en la segunda planta se concentraron las áreas administrativas y de sistemas. Para mejorar la conectividad interna, se diseñó una escalera escultórica con solo dos apoyos, formando una “B”, que no solo facilita la circulación entre niveles, sino que también actúa como un elemento arquitectónico icónico dentro del espacio.
Siguiendo la filosofía de transparencia y accesibilidad de la empresa, todas las divisiones son de vidrio, permitiendo una conexión visual sin afectar la privacidad acústica. Además, la naturaleza se integra en el diseño con jardineras y vegetación en puntos estratégicos, acompañando las circulaciones y reforzando la relación entre el entorno construido y el bienestar de los trabajadores. Se aprovecharon las terrazas para crear zonas de ocio y descanso, y se diseñó una cafetería contemporánea, un punto de encuentro flexible para empleados y brokers. Con una distribución bien calculada y un diseño alineado con los valores corporativos, la oficina se convierte en un entorno de trabajo eficiente, dinámico y motivador, donde la arquitectura y la funcionalidad convergen para potenciar la experiencia laboral.
- Diseño: Santiago Cuenca, Samaria López, Gabriel Arias
- Ubicación: Cuenca, Azuay, Ecuador
- Año: 2020
- Fotografía: Sebastián Crespo